En el último minuto del tercer cuarto, con los Knicks en ventaja por apenas tres puntos, Woodson puso de regreso en la cancha a Pablo Prigioni.
Prigioni, un novato de 35 años de edad, fue una pieza clave para el resurgimiento ofensivo de los Knicks en la racha de 16-2 con al que terminaron la temporada regular. Lo que le falta en talento de baloncesto, lo compensa con inteligencia, con voluntad de mover el balón en la ofensiva y con su implacable forma de defender.
Damian Lillard fue el Novato del Año, pero Prigioni (que de alguna manera no consiguió un solo voto para este premio) fue el novato con mejor promedio de más-menos del año, marcando una diferencia clara en ambos lados de la cancha. Nueva York fue mejor tanto ofensiva como defensivamente cuando Prigioni estaba en la cancha durante la temporada regular.
Él estuvo entrando y saliendo de la rotación hasta el tramo final de la campaña. Woodson nunca le ha dado muchos minutos de juego a Prigioni, incluso una vez que al parecer se dio cuenta de su valor, debido a la necesidad de encontrar tiempo suficiente de juego para Raymond Felton, Jason Kidd, JR Smith y Iman Shumpert en el perímetro (posiciones 1, 2 y 3). Pero hubo un par de veces en la primera ronda de los playoffs en la que esto pudo haberle hecho daño a los Knicks.
En el Juego 5 contra los Celtics, los Knicks no fueron capaces de cerrar la serie en su casa, pues Smith apenas acertó 3 de sus 14 disparos, mientras que Prigioni estuvo sentado en el banco casi todo el tiempo, pues solamente disputó 13 minutos. Los Knicks perdieron ese juego por seis puntos, pero habían superado a los Celtics en ese choque por nueve con Prigioni en la cancha.
Luego vino el Juego 6 en Boston. Los Knicks ganaban por 26 puntos cuando Woodson reemplazó a Prigioni por Smith a falta de 9 minutos y 43 segundos para terminar el último cuarto. Coincidencia o no, los Celtics lograron una racha de 20-0, poniendo un susto importante en Woodson y en la mayoría de personas en la ciudad de Nueva York.
Woodson admite que esa racha de los Celtics se había mantenido en su mente cuatro noches después del choque.
“Yo no olvido el Juego 6 en Boston”, afirmó después.
Por eso, tan sólo 13 segundos después de reemplazar a Felton con Shumpert, sentó de nuevo a Shumpert y puso en la cancha a Prigioni, tal vez para que frenar al veloz DJ Augustin , que acababa de entrar para Indiana, o quizás para volver a tener una alineación con dos puntos guardias armadores (Kidd también estaba en el choque).
Cualquiera que fuera la razón, los resultados fueron buenos. Prigioni ayudó a que los Knicks convirtieran una ventaja de tres puntos a una increíble de 30 puntos ante los Pacers, que apenas encestaron un tiro desde el campo.
Con los Knicks arriba por seis puntos antes de comenzar el último cuarto, Prigioni hizo que Roy Hibbert pagara por no defenderlo en dos jugadas consecutivas de pantalla y desmarque junto a Tyson Chandler. Primero metió un triple y luego llegó a la línea de tiros libres y acertó sus dos lanzamientos.
Después de un tiempo fuera, Prigioni agarró un rebote en defensa. Y cuando los Knicks volvieron a poner el balón en el suelo, el Madison Square Garden cantaba, “¡PAB-LO! ¡PAB-LO! ¡PAB-LO!”. Un nombre del que la mayoría de la gente probablemente nunca había oído hablar en noviembre se había convertido en un héroe de postemporada.
“Fue increíble para mí”, dijo Prigioni sobre los cantos de la multitud, “pero para mí todo es acerca del equipo. Estoy muy contento. No puedo creer lo feliz que estoy porque el equipo jugó bien”.
Prigioni tomó otro rebote, tres asistencias y un tapón (¡un tapón!) para el momento en el que la racha de 36-4 de los Knicks había terminado. Obviamente era vital que Carmelo Anthony encontrar un buen ritmo ofensivo, por primera vez en cinco partidos y por eso el triunfo de los Knicks fue un esfuerzo total del equipo. Pero probablemente no es una coincidencia que Prigioni (quien estableció una pantalla de clave en uno de las cestas de Anthony y lo asistió en otra) estuvo en la cancha durante la mayor parte de ese triunfo.
Prigioni hace que su equipo mueva la pelota y puede hacer que las defensas paguen si no le prestan atención a él. Con Kidd (0-de-13 en los últimos seis juegos) teniendo problemas con sus tiros, es aún más clave la ayuda ofensiva del otro armador mayor de 35 años de edad.
El diferencial de encendido y apagado de Prigioni se ha duplicado en los playoffs. Durante sus ocho partidos de postemporada, los Knicks han sido un equipo mucho mejor con él en la cancha durante los playoffs. En realidad, mucho mejor...
En este punto, es difícil discutir con los números. Y es claro que Woodson sabe que no debe cometer el mismo error que cometió contra los Celtics. Si los Knicks van a ganar esta serie, Prigioni va a jugar un papel clave.
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