República Dominicana y Estados Unidos, dos equipos con planteles de lujo, protagonizan el jueves el duelo que todos querían ver al enfrentarse por un boleto a las semifinales del Clásico Mundial de Béisbol.
Se trata de una carrera de purasangres con todo tipo de tramas: el manager estadounidense Joe Torre vs. su antiguo coach de primera base con los Yanquis y ahora piloto de Dominicana, Tony Peña; el torpedero José Reyes contra su nuevo compañero en Toronto y abridor de Estados Unidos, R.A. Dickey; y el abridor dominicano Samuel Deduno ante su catcher con los Mellizos de Minnesota, Joe Mauer.
Pero, sobre todo, es el partido soñado por los organizadores del torneo, un recital de varias de las principales luminarias del béisbol --Reyes, Mauer, Dickey, Ryan Braun, David Wright, Robinson Canó y Hanley Ramírez, por mencionar algunos-- en horario estelar y con un pase a semifinales de por medio.
"Son bastante impresionantes", señaló Torre en alusión a los dominicanos. "Sabíamos que lo serían, tomando en cuenta la cantidad de jugadores dominicanos en las Grandes Ligas, y casi todos son jugadores de primer nivel".
Dominicana está invicta en cuatro partidos, aunque el martes tuvo que remontar cuatro carreras para vencer por 5-4 a Italia. Estados Unidos derrotó 7-1 a Puerto Rico.
"Uno espera un buen partido. Son dos equipos talentosos", agregó Torre. "Estuve aquí ayer para casi todo el primer partido, y pude ver la pasión que hay en ese equipo, especialmente cuando cayeron atrás y empezaron a remontar. No les falta confianza".
Italia y Puerto Rico chocan el miércoles, y el ganador jugará el viernes ante el perdedor de Dominicana-Estados Unidos para definir el último semifinalista. Holanda y Japón ya se clasificaron del grupo asiático a las semifinales del 17 y 18 de marzo en San Francisco.
"Estados Unidos es el mejor equipo", consideró Peña, quizás usando la psicología para transferir la presión a los anfitriones. "Ese plantel es muy, muy profundo, en ofensiva y en pitcheo".
Si hay un jugador que puede inclinar la balanza a favor de los dominicanos es Canó. El intermedista de los Yanquis de Nueva York, donde tuvo a Torre como dirigente de 2005-07, atraviesa un momento mágico al plato. Batea para .623 (19-12), con dos jonrones, seis remolcadas y 22 bases totales.
"Robby (Canó) es muy especial, y en realidad no tiene debilidades", analizó Torre. "No es que no lo puedas sacar de out, pero mete miedo. Mete miedo porque tiene mucha confianza".
Peña destacó que Canó no es el único jugador dominicano que ha tenido un buen Clásico. Reyes tiene cinco anotadas y es la chispa del equipo, Nelson Cruz conecta .412 con seis empujadas, y el taponero Fernando Rodney suma tres rescates.
El pitcheo de ambos equipos ha sido casi idéntico, con la misma efectividad (3.00), y ligeras ventajas para los dominicanos en hits permitidos (26-32) y ponches (31-29).
"Los muchachos están jugando muy bien, no sólo Canó y Reyes", señaló Peña. "Estoy sorprendido de la forma que cada uno de estos muchachos se han integrado al equipo. Nosotros estamos representando a los 10 millones de habitantes que tiene nuestra isla, y este grupo quiso venir a representar a nuestro país dignamente".
El ganador del jueves vuelve a jugar el sábado para definir el líder de la zona rumbo a la última ronda.
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